Con la llegada del verano, las piletas se convierten en uno de los espacios favoritos para disfrutar en familia. Sin embargo, también pueden ser escenarios de accidentes graves, especialmente entre los más pequeños.
En 2018 murieron ahogados 77 niños entre 0 y 4 años, de los cuales 69 tenían entre 1 y 3 años. Esto representa prácticamente 1 caso cada menos de 5 días.
La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) subraya la importancia de extremar las medidas de prevención para garantizar la seguridad de niños y niñas al momento de disfrutar del agua.
Los riesgos y la prevención
La principal causa de preocupación en las piletas es el ahogamiento, un accidente que puede ocurrir en cuestión de segundos y que afecta principalmente a niños menores de 5 años. Según la SAP, las medidas de prevención más efectivas incluyen:
- Supervisión constante
- Nunca dejar a los niños sin la vigilancia directa de un adulto.
- El supervisor debe estar cerca del agua y prestar atención activa, evitando distracciones como el uso del celular.
- Cercos de seguridad
- Instalar cercos de al menos 1,20 metros de altura alrededor de la pileta.
- Asegurarse de que el acceso tenga puertas con cierre automático y trabas a prueba de niños.
- Clases de natación
- Enseñar a los niños a nadar desde una edad temprana, adaptando las lecciones a su desarrollo y habilidades.
- Aun así, recordar que saber nadar no elimina el riesgo de ahogamiento.
- Uso de dispositivos de flotación
- Optar por chalecos salvavidas homologados en lugar de elementos inflables como flotadores o brazaletes, que pueden fallar o soltarse fácilmente.
- Mantener el área libre de riesgos
- Evitar dejar juguetes, inflables u otros objetos dentro o cerca del agua, ya que pueden atraer a los niños pequeños.
- Mantener un ambiente despejado para evitar tropiezos o caídas.
- Aprender primeros auxilios
- Contar con conocimientos básicos de reanimación cardiopulmonar (RCP) puede marcar la diferencia en una emergencia.
Conciencia y educación
La SAP destaca que crear conciencia en las familias sobre la importancia de estas medidas es fundamental. Además, recomiendan hablar con los niños sobre los peligros del agua, enseñándoles normas básicas de seguridad, como no correr alrededor de la pileta y evitar saltar sin verificar la profundidad.
Un verano seguro
Disfrutar del agua y del verano es posible sin poner en riesgo la seguridad. Siguiendo estas recomendaciones, podemos transformar las piletas en espacios de diversión y encuentro familiar, minimizando los riesgos y garantizando el bienestar de los más pequeños.
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