Del garabato a la elección de una técnica: las seis etapas del dibujo infantil

Desde que comienzan a esbozar los primeros trazos cerca de su año y medio de vida, los niños inician un aprendizaje que atraviesa distintas etapas de desarrollo hasta llegar a la adolescencia.

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Dichas etapas fueron establecidas en 1947 por el profesor estadounidense Viktor Loewnfeld en su libro “Crecimiento Creativo y Mental”, donde describía las producciones de los niños de cada edad.

Las etapas del dibujo infantil

1. Etapa del garabateo

Se desarrolla entre los 18 meses y los cuatro años. Se trata de una instancia en la que no existe una motivación para representar objetos o personas. Simplemente se basa en una motivación hacia el movimiento.

Lowenfeld la dividió en tres partes, a medida que los trazos van cobrando sentido y el niño empieza a reconocer lo que está dibujando:

• Etapa del garabateo desordenado.  Se inicia alrededor de los 18 meses con dibujos que no tienen sentido ni representan nada. Los trazos se muestran desordenados debido a que el niño aún no tiene ningún control sobre sus movimientos. Para garabatear, utiliza todo el brazo y aún no muestra interés por los colores.
• Etapa del garabateo controlado. Poco a poco, el comienza a notar que sus movimientos producen cambios sobre el papel y se siente atraído a experimentar la situación. También comienzan a atraerle los colores.
• Etapa del garabateo con nombre. El niño observa los garabatos y les busca un significado. No se trata de un dibujo intencional, sino de una explicación a posteriori.

2. Etapa preesquemática

Se desarrolla entre los 4 y los 7 años y se identifica porque el niño evidencia los primeros intentos de representación. Muestra mayor interés hacia el dibujo y puede llegar a concentrarse en la actividad durante media hora, o incluso más.

Comienza a elaborar esquemas y, por primera vez, intenta reflejar algo.

El interés inicial suele darse por la figura humana y la manera en lo que lo representa es en los llamados “renacuajos”, que muchas veces son una cabeza de la que surgen dos piernas largas.

Las partes del rostro y los elementos en los dibujos irán aumentando a medida que avance en la etapa.

Los elementos del dibujo estarán condicionados por el conocimiento: cuanto más sepa sobre el tema que aborda, mayor cantidad de detalles o elementos incorporará.

3. Etapa esquemática

Esta etapa se da desde los 7 a los 9 años y los dibujos representan el concepto del objeto para el niño.

Se caracteriza porque el niño (siempre desde su perspectiva) trata de representar el objeto tal cual lo conoce y no como lo ve. Es decir, si intenta representar un auto de costado, es probable que dibuje las cuatro ruedas y no sólo las dos que pueden observarse.

Se nota un mayor interés por los colores, que comienzan a coincidir con los elementos o figuras que busca representar.

4. Etapa del realismo

Se desarrolla entre los 9 y los 12 años. Desde el inicio de esta etapa el niño demuestra que la representación esquemática y las líneas geométricas no bastarán para permitir que se exprese.

Buscará enriquecer el dibujo y adaptarlo a la realidad.

Se trata de una etapa donde la representación fiel se mezcla con la imaginación y suele ser el momento ideal para enseñar técnicas de dibujo y nociones de perspectiva, anatomía y proporción.

5. Etapa del pseudonaturalismo

Entre los 12 y los 13 años se observa que el dibujo ya tiene una perspectiva espacial. Aumentan las características sexuales en el dibujo.

La etapa marca el fin del dibujo como actividad espontánea.

6. Etapa de la decisión

Entre los 13 a los 14 años el niño decide cuál técnica desea perfeccionar y elige una, según el producto que desea obtener. En sus dibujos, demuestra sentimientos.