La Academia Estadounidense de Pediatría difundió los resultados de un estudio que comparó el desarrollo cerebral de las vías esenciales para el lenguaje en bebés prematuros. Los resultados reafirman la importancia de hablarles a los bebés durante la gestación.
- La ventana crítica del desarrollo del habla fetal
- Un simple audiolibro: el impacto en el cerebro
- ¿Qué significa esto para los padres?
Investigaciones recientes confirmado que el feto no solo escucha, sino que aprovecha las conversaciones de su madre al final del embarazo, proporcionando un impulso esencial para las vías cerebrales vinculadas al lenguaje.
Un estudio reciente publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience analizó esta conexión al trabajar con bebés prematuros hospitalizados.
Los resultados son transformadores: aquellos recién nacidos expuestos a grabaciones de sus madres leyendo experimentaron una mayor maduración en una vía clave del lenguaje en sus cerebros, en comparación con los que no tuvieron esta exposición.
Según la investigadora principal, Katherine Travis, este hallazgo es la "primera evidencia causal de que una experiencia del habla contribuye al desarrollo del cerebro a esta edad tan temprana".
Esto representa una forma potencialmente transformadora de abordar la atención neonatal para promover mejores resultados del lenguaje en niños nacidos prematuramente.
La ventana crítica del desarrollo del habla fetal
La audición fetal se desarrolla aproximadamente a las 24 semanas de gestación.
Esto significa que, al final del embarazo, los fetos son capaces de escuchar a escondidas las conversaciones de su madre.
Al llegar al término, los recién nacidos ya reconocen la voz de su madre y muestran preferencia por los sonidos de su idioma nativo.
El problema radica en que los bebés prematuros llegan antes de tiempo, perdiéndose la estimulación auditiva crucial que contribuye a la maduración de su cerebro.
Al pasar semanas o meses en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), estos bebés escuchan menos habla materna de lo que habrían recibido si hubiesen permanecido hasta el término.
Para compensar este obstáculo, el estudio expuso a la mitad de un grupo de 46 bebés prematuros (nacidos más de ocho semanas antes) a una intervención auditiva simple, pero poderosa.
Un simple audiolibro: el impacto en el cerebro
El experimento consistió en reproducir grabaciones de las madres leyendo un capítulo del libro de cuentos del oso Paddington.
La grabación se reproducía por la noche en periodos de 10 minutos, sumando 160 minutos cada noche, durante varias semanas de su estancia hospitalaria.
Al comparar las resonancias magnéticas (IRM) realizadas antes del alta, los investigadores encontraron que los bebés expuestos a la voz de sus madres mostraron un desarrollo significativamente mayor en el tracto fascículo arqueado.
Esta región cerebral, especializada en el procesamiento del lenguaje (específicamente la parte izquierda), contiene los haces de fibras nerviosas que ayudan a procesar y comprender el sonido.
La Dra. Melissa Scala, neonatóloga del Hospital Pediátrico Lucile Packard, destacó el impacto, a pesar de que la exposición fue relativamente corta: "A pesar de eso, estábamos viendo diferencias muy medibles en sus tratados lingüísticos".
¿Qué significa esto para los padres?
Este hallazgo es también un mensaje de empoderamiento para los padres de bebés prematuros.
Si bien la recomendación principal sigue siendo visitar y hablar con el bebé en persona tanto como sea posible (lo que incluye el contacto piel con piel que también impulsa el desarrollo), el uso de grabaciones de voz ofrece una alternativa valiosa.
Como señala la Dra. Scala, esta es una forma en que, incluso cuando los padres no pueden estar presentes tanto como quisieran, "el bebé todavía los escucha y aún sabe que están allí", contribuyendo activamente al desarrollo cerebral de su hijo.