El Último Primer Día, una tradición que marca el inicio de su último año de secundaria, se volvió más popular en los últimos años en la Argentina.
- ¿Qué es el UPD?
- Riesgos asociados al UPD
- UPD seguro: algunas recomendaciones para padres
- La clave: involucrarse, si invadirlos
- Los padres y su responsabilidad legal
- Qué se puede hacer desde el ámbito educativo
- Comunicación, participación y prevención
La celebración consiste en reunirse la noche previa al primer día de clases para celebrar y compartir.
Esta costumbre se ha convertido en un desafío para los adultos responsables y para la comunidad educativa debido a los riesgos que implica, principalmente relacionados con el consumo de alcohol y otras sustancias.
¿Qué es el UPD?
El Último Primer Día (UPD) es una celebración que se ha extendido en todo el país.
Originalmente, los estudiantes de los últimos años se reunían para pasar la noche juntos y asistir a la primera clase sin dormir.
No obstante, la tradición festiva, en algunos casos termina involucrando consumo excesivo de alcohol y otras conductas perjudiciales.
Riesgos asociados al UPD
A grandes rasgos, son cuatro los principales riesgos que se asocian con este celebración:
- Consumo de alcohol y sustancias. Las reuniones del UPD frecuentemente involucran el consumo de alcohol, lo que puede llevar a comportamientos riesgosos y consecuencias negativas para la salud.
- Siniestros. El consumo de alcohol disminuye la capacidad de reacción, aumentando el riesgo de siniestros, especialmente si los jóvenes conducen automóviles o motocicletas.
- Problemas de salud. El consumo excesivo de alcohol puede causar hipoglucemias y otros problemas de salud. Además, mezclar sustancias psicoactivas puede ser peligroso.
- Riesgos en el entorno. Es fundamental verificar que no existan riesgos en el entorno donde se celebra el UPD.
UPD seguro: algunas recomendaciones para padres
La Secretaría de Prevención y Asistencia de las Adicciones, con el apoyo del Ministerio de Educación y la Defensoría de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, ofrece en un documento algunas recomendaciones para padres, entre las que destacamos:
- Comunicación abierta. Hablar con los adolescentes sobre los riesgos del consumo de alcohol y otras sustancias, fomentando decisiones conscientes. Validar sus emociones y conocer su punto de vista.
- Participación activa. Involucrarse en la planificación de las actividades, conociendo con quiénes se reúnen, dónde y cómo será su regreso a casa.
- Establecer límites claros. Recompensar logros y recordar responsabilidades, no validar el consumo en menores y no facilitar los medios para que esto suceda.
- Fortalecer la confianza. Fomentar un ambiente donde los jóvenes se sientan seguros para compartir experiencias y preocupaciones.
- Ser un modelo a seguir. Los adultos deben ser un ejemplo de hábitos saludables, recordando que son modelos a seguir.
La clave: involucrarse, si invadirlos
Es fundamental que los padres se involucren activamente en la celebración del UPD de sus hijos, sin que ello se transforme en una invasión a su privacidad.
Para ello, puede ser de utilidad:
- Hablar sobre las consecuencias del consumo excesivo de alcohol. Acompañar a los jóvenes en la construcción de su autonomía para que puedan tomar decisiones informadas y seguras.
- Establecer reglas claras y consensuadas. Definir estrategias y generar encuentros donde se reflexione sobre actitudes y conductas.
- Comunicación, amor y comprensión. Ofrecer un marco en el que los adolescentes puedan ejercer su autonomía con la contención cercana de los adultos.
- Participar en la planificación. Involucrarse en la organización del evento para conocer los detalles y garantizar un ambiente seguro.
Los padres y su responsabilidad legal
Es importante recordar que los padres tienen la responsabilidad parental sobre sus hijos menores de 18 años, lo que implica un conjunto de deberes y derechos para su protección, desarrollo y formación integral.
Esta responsabilidad no puede ser renunciada.
Los padres son solidariamente responsables por los daños causados por sus hijos menores de edad que se encuentran bajo su responsabilidad parental y que habitan con ellos.
Qué se puede hacer desde el ámbito educativo
Las escuelas también juegan un papel crucial en la prevención de riesgos asociados al UPD.
Entre algunas de las tareas que le competen a las instituciones escolares, se puede mencionar:
- Establecer acuerdos de convivencia. Construir acuerdos entre generaciones para reafirmar la responsabilidad colectiva en torno a las prácticas de cuidado.
- Trabajar con las familias. Generar acuerdos y prácticas de contención y cuidado para este evento.
- Promover prácticas saludables. Caracterizar estas prácticas, problematizarlas y promover alternativas más saludables.
- Involucrar a los estudiantes. Potenciar los espacios de participación que los adolescentes ya tienen en la institución escolar.
- Abordar el UPD como un hecho pedagógico. Reflexionar críticamente sobre estas prácticas en lugar de simplemente prohibir o sancionar.
Comunicación, participación y prevención
El UPD puede ser una celebración significativa para los estudiantes que terminan la secundaria.
Sin embargo, es crucial que se celebre de manera segura y consciente.
La comunicación abierta, la participación activa de los padres y las acciones preventivas desde el ámbito educativo son clave para garantizar que los jóvenes disfruten de esta experiencia sin poner en riesgo su salud y bienestar.