Decidir no tener hijos ya no es un tema tabú: en todo el mundo crece el número de personas que optan por no maternar o paternar, una elección íntima que empieza a visibilizarse con más fuerza en medios, libros y estudios científicos. ¿Cuáles son las razones detrás de esta tendencia y cómo acompañar sin juzgar?
La decisión de no tener hijos dejó de ser un tabú para convertirse en una tendencia creciente en distintas partes del mundo. Cada vez más personas —en su mayoría mujeres— expresan abiertamente que no desean ser madres o padres, y lo hacen desde una elección consciente, reflexiva y, muchas veces, interpeladora para los modelos tradicionales de familia.
Un fenómeno que se extiende a nivel global
En Argentina, la tasa de natalidad cayó un 40 % en la última década, según datos del Ministerio de Salud de la Nación. A su vez, el 57 % de los hogares del país no tiene niñas, niños ni adolescentes, lo que confirma un cambio en la configuración familiar y en los proyectos de vida personales.
En Europa, el fenómeno es aún más marcado. En España, la media de hijos por mujer descendió a 1,12 en 2023, la cifra más baja desde que hay registros, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Una reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) indicó que el 77,3 % de la población considera que los principales motivos por los que se tienen pocos hijos están relacionados con la falta de recursos económicos y con las dificultades para conciliar la vida laboral y familiar.

Razones múltiples para una elección personal
Entre los factores más comunes que llevan a esta decisión se destacan:
- La inestabilidad económica.
- La ausencia de una pareja estable.
- La dificultad para conciliar la maternidad o paternidad con una carrera profesional.
- Las preocupaciones vinculadas a la crisis climática y ambiental.
- La falta de deseo genuino de criar hijos.
La socióloga española Mariona Lozano, autora de investigaciones sobre la fecundidad deseada y no alcanzada, explica que existe una brecha entre el número de hijos que las personas dicen desear y el que finalmente tienen. Según un artículo publicado en la revista Demographic Research, muchas mujeres se enfrentan a la imposibilidad estructural de ser madres, mientras que otras lo eligen como forma de vida.
Por su parte, la politóloga argentina Sol Prieto, especialista en género y políticas públicas, destaca que en los sectores urbanos de clase media y alta existe una creciente identificación con el movimiento childfree (personas que deciden no tener hijos). “Se busca una vida más liviana en términos de responsabilidades de crianza y una mayor autonomía”, afirma en una entrevista publicada por El País.
Ecoansiedad y dudas sobre el futuro
Otro motivo que crece entre las nuevas generaciones es el impacto ambiental. La ecoansiedad —definida como el temor a los efectos irreversibles del cambio climático— es mencionada cada vez más como una de las razones para evitar la maternidad o paternidad.
En un artículo reciente de El País, jóvenes de distintos países contaron que sienten culpa o miedo de traer hijos a un mundo en crisis climática, bélica y social. “No me parece justo hacer nacer a alguien en este contexto”, expresó una de las entrevistadas.
Las cifras detrás de una tendencia
El fenómeno del no deseo reproductivo no es aislado. Un estudio publicado en 2023 por la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, concluyó que el 20 % de los adultos jóvenes del país no planea tener hijos.
En Argentina, si bien no hay cifras nacionales actualizadas específicas sobre el deseo de no maternar/paternar, los datos demográficos muestran una caída sostenida en los nacimientos desde 2014.
Además, el informe Vaciar la cuna, de la Fundación Friedrich Ebert en Argentina, advirtió que ni las políticas públicas ni los discursos sociales están hoy preparados para acompañar a quienes deciden no tener hijos, lo que refuerza estigmas y discursos culpabilizantes.
Nuevos relatos, nuevas familias
La escritora e ilustradora Agustina Guerrero, autora del libro La Volátil. Mamma mía!, aborda la maternidad desde el humor y la contradicción. Su trabajo, al igual que el de la psicóloga Mamen Jiménez, invita a reflexionar sobre el mandato de ser madre como único camino de realización.
También surgen cada vez más relatos sobre parejas que optan por una vida sin hijos, pero con otros vínculos afectivos sólidos: amistades elegidas, familias multiespecie con mascotas, o proyectos de vida comunitarios.
¿Cómo acompañar esta decisión?
Para las especialistas, es clave dejar de pensar la maternidad y la paternidad como destino inevitable y comenzar a hablar de deseo, de posibilidad, y de libertad de elección. Reconocer la validez de todas las formas de familia y de no familia es parte de una sociedad más inclusiva.
“La elección de no tener hijos no significa ausencia ni vacío. Es una reorganización del proyecto de vida, centrada en otros afectos, compromisos y búsquedas personales”, señalan desde el Observatorio de Familias de la Universidad Nacional de Córdoba.
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