Embarazo: cómo reconocer una contracción y cuándo concurrir a la clínica u hospital

Aprender a reconocer las contracciones uterinas es una de las claves para determinar que ha llegado el momento de concurrir a un centro asistencial a los fines de iniciar el trabajo de parto acompañados de profesionales.

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Por qué se producen las contracciones

Las contracciones se producen a raíz de la fuerza que realiza el útero para expulsar el feto y conducirlo a través del canal de parto.

Como todos los músculos, el útero al hacer fuerza el útero se endurece. La presión que genera deriva en la dilatación y el acortamiento del cuello del útero que acabará en la expulsión del feto.

Las contracciones son generadas por la acción de dos sustancias: la oxitocina y las prostaglandinas.

En el caso de la primera, suele administrarse de manera artificial durante los trabajos de parto para hacer que las contracciones sean más intensas y periódicas, lo que permite acelerar a su vez el proceso de dilatación.

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Cómo distinguir una contracción

Debido a que el rango de dolor puede variar de una embarazada a otra (e incluso pueden no estar asociadas a ningún dolor), uno de los métodos más comunes para distinguir una contracción se basa en la percepción de un endurecimiento progresivo en las tripas que impedirá distinguir las partes del bebé al tocar el abdomen en ese lapso..

Por lo general, hasta que el parto no se encuentra en una etapa avanzada, las contracciones no duran más de 30 segundos. 

Durante el embarazo suelen diferenciarse dos tipos de contracciones:

• Contracciones de Braxton Hick. Son de frecuencia irregular (no siguen un patrón), de intensidad muy baja e indoloras. Suelen comenzar a partir de la segunda mitad del embarazo.
• Contracciones de parto. Son más regulares, no ceden durante el reposo y aumentan de forma progresiva su frecuencia, intensidad y duración. Cumplen la función de modificar el cuello uterino: lo ablandan, acortan y dilatan.

Cuándo acudir al centro asistencial, clínica u hospital

Las embarazadas deben concurrir para recibir cuidados médicos a partir de la semana 37, cuando:

• Primer parto. cuando las contracciones se presentan cada cinco minutos durante dos horas.
• Partos sucesivos. Cuando las contracciones se dan cada cada diez minutos durante una hora.

También es importante estar atentos a las contracciones que se producen antes de la semana 37, debido a que pueden indicar la posibilidad de un parto prematuro.

Pérdida del líquido amniótico

Más allá de la existencia o no de contracciones, el Ministerio de Salud de Argentina destaca que también es importante concurrir a la clínica u hospital en el caso de pérdida de líquido amniótico (pérdida de líquido por la vagina).

“Si bien este signo no indica directamente que comenzará el trabajo de parto, pero cuando la bolsa se rompe es necesaria la internación y probablemente el trabajo de parto comience dentro de las próximas 24 horas”, resalta.