El cuidado de la piel cuando esta se expone a los rayos del sol requiere del compromiso de los padres y personas responsables para que los bebés y niños tengan menos probabilidades de sufrir quemaduras o lesiones a largo plazo.
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Según destaca la Organización Mundial de la Salud, la piel de los bebés y niños es más fina y sensible, por lo que incluso los períodos cortos de exposición solar directa podría resultar nocivos.
Distintos estudios alertan además que la exposición frecuente al sol y las quemaduras en la infancia predisponen a mayores tasas de melanoma en el resto de su vida.
Está probado además que hasta los 18 años las personas se enfrentan al 80% de la exposición solar que tendrán en toda su vida.
Los efectos negativos de las radiaciones UV
Entre los efectos que produce la radiación ultravioleta (UV) del sol se enumeran desde quemaduras, hasta el cáncer de piel, pasando por la aceleración de envejecimiento cutáneo.
A su vez, la exposición a rayos UV puede conducir a inflamación de la córnea y la conjuntiva oculares y acelera el desarrollo de cataratas.
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Además, disminuye la eficacia del sistema inmune, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones y limitar la eficacia de las vacunas.
Bebés y exposición al sol: lo que hay que saber
Especialistas advierten que los bebés menores de 12 meses nunca deben permanecer expuestos a los rayos del sol de manera directa.
Incluso si están a la sombra, deben llevar prendas que impidan que los rayos UV tengan contacto directo son su piel.
Desde los 6 meses, además de los cuidados anteriores, ya pueden usar protector solar de factor 50 o mayor.
Niños y exposición al sol: lo que hay que saber
En el caso de los niños, se producen situaciones un tanto más difíciles de controlar debido a su autonomía y deseos de jugar sin permanecer en un mismo lugar.
Es aquí cuando cobran vital importancia los gorros o sombreros, el uso de indumentaria adecuada y la aplicación de protector solar de factor 30 o más cada dos horas.
En el caso de que entren y salgan del agua, es necesario volver a aplicar protector.
Los horarios en los que hay que cuidarse más del sol
Pese a que es importante mantener cuidados a lo largo de todas las horas del día, distintos estudios han permitido comprobar que los rayos ultravioletas impactan con mayor intensidad dentro la franja horaria que se inicia a las 10 de la mañana y se extiende hasta las 4 de la tarde.
Es en ese lapso donde padres, niños y adolescentes deben prestar mayor atención a los cuidados para evitar quemaduras o lesiones de largo plazo.
Es necesario advertir que ese franja horaria (entre las 10 y las 16) se establece de modo orientativo, ya que depende de las condiciones atmosféricas, climáticas y de la región donde las personas se encuentren.
Por ejemplo, en los países que se encuentran más cerca de la línea del ecuador, los efectos de las radiaciones UV son más peligrosos.
Lo mismo ocurre cuando la capa de ozono disminuye y su actividad como filtro queda reducida.
Cuidados que todos debemos tener al exponernos al sol
El Ministerio de Salud de Argentina establece una serie de cuidados a tener en cuenta a la hora de exponernos al sol.
Estos son:
- Evitar la exposición entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, buscar preferentemente la sombra y permanecer en espacios ventilados.
- Usar protector solar con factor de 30 o más y renovarlo cada 2 horas y después de salir del agua.
- Los bebés menores de 1 año no deben recibir el sol directo. Desde los 6 meses en adelante deben usar protector solar (FPS 50 o mayor), renovado cada 2 horas y al salir del agua
- En caso de realizar actividad física, hacerlo en las horas de menos calor, usar ropa holgada, liviana, de colores claros. Cubrir la cabeza con un gorro o un pañuelo. Llevar siempre una botella de agua para mantenerse hidratado. No esperar a tener sed. Tomar abundante agua antes, durante y después del ejercicio.
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