Millones de personas en el mundo, y también en Argentina, se enfrentan a una cruda realidad: no pueden tener la cantidad de hijos e hijas que desearían. Lejos de ser una cuestión de rechazo a la maternidad o la paternidad, son las barreras económicas y sociales las que impiden hacer realidad sus deseos reproductivos.
- Hijos deseados y posibilidades: los factores que inciden
- Una caída sostenida de la natalidad en Argentina
- ¿Cómo abordar la "crisis de fecundidad"?
Esta es la contundente conclusión principal del informe "Estado de la Población Mundial 2025" del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), titulado "La verdadera crisis de fecundidad: Alcanzar la libertad reproductiva en un mundo de cambios", publicado en julio de 2025.
Hijos deseados y posibilidades: los factores que inciden
El estudio, que incorpora investigaciones académicas y datos de una encuesta de UNFPA y YouGov realizada en 14 países, revela que una de cada cinco personas a nivel global considera imposible alcanzar el número de hijos e hijas deseados.
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Los factores identificados son variados y profundos:
- Limitaciones económicas: Más de la mitad de las personas encuestadas lo señalan como la principal barrera para tener tantos hijos o hijas como desean.
- Inseguridad laboral y costo de la vivienda.
- Motivos de salud.
- Inquietudes sobre el estado del mundo.
- La falta de una pareja adecuada.
- Las desigualdades en el reparto de las tareas de cuidados: un 11% afirma que dificultan su capacidad para tener hijos e hijas.
- Además, el 40% de las personas encuestadas mayores de 50 años confiesa no haber tenido el número de hijos que deseaba.
Mariana Isasi, Jefa de Oficina de UNFPA Argentina, enfatizó la importancia de esta situación: "Un gran número de personas no pueden formar las familias que quieren. No es una cuestión de falta de deseo, sino un conjunto de barreras que limitan las opciones, lo que conlleva graves consecuencias para individuos y sociedades. Esa es la verdadera crisis de fecundidad, y la respuesta radica en satisfacer las demandas expresadas por la población".
Una caída sostenida de la natalidad en Argentina
En Argentina, los datos de la Dirección de Estadísticas e Información de la Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación confirman la tendencia: la natalidad viene descendiendo en el país desde 2014. Ese año se registraron 777.012 nacimientos, cifra que cayó a 460.902 en 2023.

Esta importante baja ha sido impulsada principalmente por una disminución del 60% de la tasa de fecundidad adolescente en la última década.
Aunque esta reducción es considerada una "muy buena noticia" por UNFPA, ya que permite a niñas y adolescentes terminar la escuela y acceder a mejores trabajos, subraya la necesidad de ofrecer las condiciones para que quienes sí desean tener hijos puedan hacerlo.
Un estudio local de Voices, WIN y UADE complementa el panorama, revelando que 5 de cada 10 mujeres de 18 a 24 años en el país no considera la maternidad para sus planes futuros.
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Las razones coinciden con el informe global: falta de deseo, ausencia de capacidad económica para mantener un hijo, no sentirse preparadas, el foco en el desarrollo profesional o la preferencia por la vida personal o en pareja.
Otros datos destacados de la situación argentina incluyen:
- Las madres argentinas dedican el doble de tiempo que los padres al cuidado de los hijos/as (8 horas promedio versus menos de 5 horas de los varones).
- El deseo de no maternar es más pronunciado en mujeres de nivel socioeconómico bajo (20%), mientras que disminuye en el nivel medio (14%) y alto (8%).
- Existe un creciente interés, tanto en centennials como en millennials, por preservar óvulos para proyectar la maternidad/paternidad en un futuro mediato.
- La gran mayoría de los argentinos (87%) se muestra "de acuerdo" o "totalmente de acuerdo" con el uso de técnicas de fertilización asistida.
¿Cómo abordar la "crisis de fecundidad"?
El UNFPA advierte contra soluciones simplistas o coercitivas ante la disminución de las tasas de fecundidad, como bonificaciones por nacimiento o retrocesos en la salud sexual y reproductiva, ya que pueden ser ineficaces y vulnerar derechos.
En su lugar, el organismo convoca a los Estados a abordar las barreras estructurales, lo que implica:
- Invertir en políticas de acceso a la vivienda y trabajo de calidad.
- Garantizar licencias familiares remuneradas.
- Desarrollar sistemas de cuidado con enfoque de género.
- Ofrecer atención de fertilidad asequible.
- Transformar normas sociales que promuevan parejas comprometidas con la distribución igualitaria de los roles de cuidado.
UNFPA reafirma su apoyo a los países para comprender estos desafíos y diseñar soluciones que aseguren los derechos y las opciones para todas las personas.