La educación financiera desde la niñez es fundamental para que los niños y niñas puedan desarrollar habilidades esenciales para la vida adulta.
Gabriela Totaro, psicopedagoga y diplomada en finanzas, con experiencia en la banca privada y autora del libro Silver, coincide en la importancia de iniciar a los niños en la educación financiera desde una edad temprana.
Según Totaro, para que los hijos puedan aprender, primero los padres deben contar con información clara y confiable. «Es indispensable que los adultos tengan un manejo adecuado de conceptos financieros básicos para poder transmitírselos a sus hijos», remarcó en una entrevista.
Lorena Codosea, es profesora de la cátedra de Psicología del Desarrollo Infantil Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) e impulsora del espacio “Girasoles Espacio Terapeutico” y recomienda que los más pequeños participen en actividades cotidianas relacionadas con el manejo del dinero.
Hablar de conceptos como el ahorro, la administración del dinero y la distinción entre gastos necesarios e innecesarios son pilares fundamentales en la formación de consumidores responsables. «Eso les proporciona información sobre la toma responsable de decisiones y los ayuda a no depender de imposiciones de consumo innecesarias», enfatizan desde la organización.
Su libro Silver, diseñado especialmente para niños, aborda temas como el Producto Bruto Interno (PBI), la inflación y la creación de un fondo de emergencia. A través de una historia didáctica, enseña a los más pequeños la importancia de participar en la creación de un presupuesto familiar, lo cual ayuda a tomar conciencia sobre el uso del dinero en el hogar.
Totaro subraya que la falta de educación financiera puede generar ansiedad y malas decisiones económicas en las familias. «A nosotros nadie nos enseñó a armar un presupuesto ni un fondo de emergencia, que es clave para situaciones imprevistas como un despido», aseguró. Además, considera que la educación financiera debería incluirse como materia obligatoria en las escuelas desde el nivel inicial.
Claves para enseñar finanzas a niños y niñas
- Hablar de dinero desde una edad temprana: Acorde a su edad, es importante que los niños comprendan conceptos como el ahorro, el gasto y la inversión. Esto les permitirá familiarizarse con el manejo del dinero de forma natural.
- Enseñar con el ejemplo: Los niños aprenden observando. Si los padres practican hábitos financieros responsables, como ahorrar regularmente o planificar los gastos, los hijos tenderán a replicar esos comportamientos.
- Introducir la idea del ahorro: Se puede motivar a los niños a ahorrar parte de su mesada o dinero que reciban en regalos. Enseñarles que postergar una compra puede llevarlos a conseguir algo más valioso en el futuro es una gran lección.
- Crear un presupuesto familiar juntos: Involucrar a los niños en la creación de un presupuesto sencillo para la familia les enseña a tomar decisiones sobre cómo gastar el dinero y priorizar las necesidades por encima de los deseos.
- Establecer metas financieras: Ayudarlos a definir metas simples y alcanzables, como ahorrar para comprar un juguete o algo que deseen. Esto les enseña a planificar y a ser pacientes.
- Usar juegos educativos: Existen juegos de mesa y aplicaciones móviles que enseñan a los niños conceptos financieros de manera lúdica y divertida, como Monopoly o The Game of Life.
- Fomentar el espíritu emprendedor: Si muestran interés, se los puede apoyar para que realicen pequeñas actividades que les generen ingresos, como vender manualidades o cuidar mascotas. Esto les ayuda a comprender el valor del esfuerzo y del trabajo.
- Hablar sobre el consumo responsable: Explicarles la diferencia entre los deseos y las necesidades es crucial para que aprendan a no dejarse llevar por el consumismo.
El involucramiento temprano de los niños y niñas en cuestiones financieras no solo fomenta su independencia y responsabilidad, sino que también los prepara para tomar decisiones más conscientes y acertadas en su vida futura. Como menciona Codosea, crear una cultura de ahorro y gestión responsable desde la infancia es esencial para que los adultos del mañana enfrenten con más seguridad los desafíos económicos que puedan surgir.