El debate sobre los alcances de las dietas vegetarianas y veganas en niños y adolescentes ganó gran visibilidad tras la publicación de la mayor revisión científica sobre el tema.
Un equipo internacional de investigadores de Italia, Australia y los Estados Unidos examinó datos de más de 48.000 menores de dieciocho países para evaluar cómo estos patrones alimentarios afectan el crecimiento y la salud infantil.
De acuerdo con este estudio, publicado en Critical Reviews in Food Science and Nutrition, estas dietas basadas en plantas pueden ser compatibles con un desarrollo saludable solo si se planifican minuciosamente y se incorporan los suplementos necesarios.
Beneficios y nutrientes a monitorear
Los investigadores identificaron tanto beneficios como áreas de precaución para las familias que optan por esta alimentación.
Los niños vegetarianos y veganos presentan mayor consumo de fibra, hierro, folato, vitamina C y magnesio en comparación con los omnívoros.
Además, el análisis halló ventajas para la salud cardiovascular, ya que estos menores exhiben niveles más bajos de colesterol total y LDL.
No obstante, la coautora del estudio, Dra. Jeannette Beasley, señaló que ciertos nutrientes son críticos.
Es notable que la vitamina B12 no alcanzó niveles adecuados sin suplementación o alimentos fortificados.
Otros nutrientes que a menudo se situaron en el extremo inferior de los rangos recomendados incluyen el calcio, el yodo y el zinc, por lo que son importantes a considerar para los niños con dietas basadas en plantas.
Los niños veganos, en particular, tuvieron una ingesta de calcio especialmente baja.
El estudio también observó que los menores vegetarianos y veganos tienden a tener una ingesta más baja de energía, proteínas y grasas.
Los indicadores de crecimiento sugieren que estos niños suelen ser ligeramente más bajos, con menor peso, menor índice de masa corporal (IMC) y menor masa grasa.
Guía para padres: planificación y acompañamiento profesional
La autora principal del estudio, Monica Dinu, de la Universidad de Florencia, confirmó que las dietas vegetarianas y veganas bien planificadas y suplementadas adecuadamente pueden satisfacer los requerimientos nutricionales y apoyar un crecimiento saludable en los niños.
Los investigadores no desaconsejaron estas dietas por razones éticas, ambientales o de salud, pero recalcaron la necesidad imperiosa de una planificación informada.
Es fundamental que las familias presten especial atención a nutrientes como la vitamina B12, el calcio, el yodo y el zinc.
Los expertos recomendaron encarecidamente la supervisión y el acompañamiento de profesionales, como expertos en nutrición y pediatras, siempre que sea posible, para asegurar un desarrollo óptimo en las etapas de rápido crecimiento.
La conclusión es clara: las guías especializadas y el seguimiento regular son claves para asegurar que la infancia vegetariana o vegana reciba todo lo necesario para prosperar.





