Las alergias respiratorias en niños aumentan en primavera por la polinización y los cambios de temperatura. El Ministerio de Salud y la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica explican cómo prevenir síntomas y cuándo consultar al especialista.
Con la llegada de la primavera, el aumento del polen en el aire y los cambios de temperatura generan una mayor incidencia de cuadros alérgicos, especialmente entre los niños.
La Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) advierte que durante esta estación se incrementan los casos de rinitis alérgica, conjuntivitis y asma estacional, provocados por la polinización y la presencia de partículas ambientales que sensibilizan las vías respiratorias.
Según el Ministerio de Salud de la Nación, las alergias respiratorias son una de las principales causas de consulta pediátrica durante la primavera.
Los síntomas más frecuentes incluyen estornudos, picazón en nariz y ojos, congestión, tos y, en algunos casos, dificultad para respirar. El organismo recomienda estar atentos a las señales de alarma: si los síntomas persisten por más de diez días o se acompañan de fiebre o falta de aire, se debe consultar a un especialista.
Pautas simples de prevención
- Mantener los ambientes ventilados, pero evitar abrir ventanas en los horarios de mayor polinización (mediodía y primeras horas de la tarde).
- Limpiar con paños húmedos y evitar barrer en seco para reducir la dispersión de polvo y pólenes.
- Lavar la ropa de cama semanalmente con agua caliente y secarla en interiores.
- Cambiar la ropa y lavar las manos y la cara al regresar de actividades al aire libre.
- Evitar fumar o encender sahumerios y velas aromáticas en espacios cerrados.
La AAAeIC destaca que los niños con antecedentes familiares de alergias deben tener un seguimiento médico regular. En casos de asma o rinitis diagnosticada, se aconseja no suspender el tratamiento indicado y realizar controles periódicos, ya que los cuadros mal tratados pueden derivar en complicaciones respiratorias más graves.
El Ministerio de Salud también recomienda fomentar hábitos saludables que refuercen el sistema inmunológico: una alimentación rica en frutas y verduras frescas, buena hidratación, descanso adecuado y actividad física regular. Estos factores ayudan a mantener las vías respiratorias en mejor estado y a reducir la frecuencia e intensidad de los episodios alérgicos.
En palabras de la Asociación de Alergia, “el manejo adecuado de las enfermedades alérgicas respiratorias mejora la calidad de vida de los niños y de sus familias”. La prevención y la detección temprana son las mejores herramientas para que la primavera se viva con salud y sin molestias.
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