Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) configuran una problemática creciente en la sociedad actual, que afecta gravemente la salud física y emocional de quienes la padecen y que requieren de la mirada atenta de padres y familiares.
- La situación en Argentina
- La influencia de las redes sociales en la autopercepción
- Consecuencias de los TCA en la salud física y emocional
- La situación en Argentina y el estudio de 2021
- La importancia del acompañamiento y la prevención
- El rol de la familia frente a los TCA
Los adolescentes, en particular, se encuentran en una etapa de vulnerabilidad, debido a los cambios físicos, hormonales y emocionales, sumado a las presiones sociales por alcanzar un ideal de belleza.
El Instituto Argentino de Trastornos de la Alimentación (IATA), definen a los trastornos de la conducta alimentaria: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno de ingesta compulsiva, como alteraciones graves del comportamiento alimentario que de forma progresiva van cobrando mayor incidencia.
La situación en Argentina
En Argentina, la situación es alarmante: según un ranking reciente, el país ocupa el segundo lugar en el mundo con mayor índice de TCA, con un 29% de la población afectada. Sólo es superado por Japón. Los adolescentes los que más sufren esta problemática.
Al respecto, la licenciada en nutrición Juliana Giménez afirmó en diálogo con Portal Garrahan: “Se ve a la delgadez como sinónimo de éxito, de felicidad, entonces van todos detrás de ese objetivo, creyendo que al final del camino se encontrarán con ese resultado, sin saber que van en la dirección opuesta».
La influencia de las redes sociales en la autopercepción
Las redes sociales juegan un papel fundamental en la construcción de la imagen corporal de los adolescentes.
Lo que antes era casi exclusivo de la televisión y las publicidades gráficas, explotó con el advenimiento de las redes sociales y se convirtió en un bombardeo 24/7: a toda hora, todos los días a la semana.
A partir de ello, especialistas advierten que la exposición constante a imágenes idealizadas y la comparación con otros usuarios pueden generar inseguridad y baja autoestima, llevando a muchos jóvenes a desarrollar una visión distorsionada de su propio cuerpo.
Un estudio realizado en 2021 por la Fundación Bellamente reveló que 8 de cada 10 mujeres argentinas se sienten insatisfechas con su imagen corporal.
Además, el 86% de las encuestadas afirmó haberse sentido mal con su cuerpo luego de ver una publicación en Instagram, especialmente cuando se trataba de contenido de influencers o celebridades.
El Dr. Sebastián Soneira, Jefe de la Sección de Trastornos Alimentarios y Psiquiatría Nutricional del Servicio de Psiquiatría de Fleni, explica que las redes sociales “promueven estándares de belleza irreales y basados en la delgadez” que, a su vez, “incrementan la preocupación por el peso y crean espacios que fomentan los trastornos de la conducta alimentaria”.
En ese contexto, alerta que la población más vulnerable a esta influencia son las mujeres de entre 12 y 21 años.
Consecuencias de los TCA en la salud física y emocional
Los TCA tienen un impacto devastador en la salud física y emocional de los adolescentes. Estos trastornos pueden manifestarse de diversas formas, como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno de ingesta compulsiva, entre otros.
Las consecuencias físicas pueden incluir:
- Desnutrición
- Alteraciones hormonales
- Problemas gastrointestinales
- Debilidad ósea
- Arritmias cardíacas
- E incluso la muerte
A nivel emocional, los TCA pueden generar:
- Ansiedad
- Depresión
- Aislamiento social
- Baja autoestima
- Sentimientos de culpa y vergüenza
La Sociedad Argentina de Pediatría advierte que los TCA en adolescentes “pueden tener un alto impacto en la salud y calidad de vida, con riesgo de retardo del crecimiento, desnutrición e incluso la muerte”.
Además, estos trastornos suelen estar acompañados de “alteraciones emocionales que comprometen su normal desempeño en diferentes áreas”.
La situación en Argentina y el estudio de 2021
Argentina se encuentra en una posición crítica respecto a la incidencia de los TCA.
El país ocupaba hasta hace algunos años el segundo lugar en el ranking mundial, solo por detrás de Japón, que tenía un 29% de la población afectada. No se conocen datos actualizados sobre ese relevamiento.
La Asociación de Lucha Contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba) señala que la pandemia intensificó esta problemática, con un aumento considerable en los casos de TCA.
En 2021, un estudio publicado en Infobae, basado en cifras de Aluba, reveló la profunda insatisfacción corporal que experimentan las mujeres argentinas.
Según este estudio, el 70% de las mujeres del país no se siente a gusto con su cuerpo y el 60% busca adelgazar.
Las expertas consultadas para el estudio coinciden en que “la cultura marca que ser flaca es sinónimo de tener éxito”, lo que lleva a muchas mujeres a someterse a dietas restrictivas y a desarrollar una obsesión por la delgadez.
La psicóloga Patricia Martinez destaca la influencia del contexto social en esta problemática, argumentando que en una sociedad con pocas oportunidades de crecimiento, “el culto por el cuerpo y sobre todo por el ‘cuerpo bello’ se transforma a veces en lo único que alguien pueden hacer para sentirse bien consigo mismo”.
La importancia del acompañamiento y la prevención
La detección temprana y el tratamiento oportuno son fundamentales para combatir los TCA.
La familia, los amigos, los docentes y los profesionales de la salud juegan un papel crucial en la prevención, el diagnóstico y el acompañamiento de los adolescentes que sufren estos trastornos.
Es importante generar conciencia sobre la gravedad de los TCA, desmitificar los estereotipos de belleza y promover una imagen corporal saludable basada en la aceptación y el respeto por la diversidad.
El rol de la familia y amistades frente a los TCA
El apoyo familiar y del entorno es fundamental para la recuperación de los adolescentes con TCA.
Los padres deben estar atentos a las señales de alerta, como cambios drásticos en los hábitos alimentarios, obsesión por el peso y la comida, aislamiento social y baja autoestima.
También es relevante la mirada de los amigos y la comunicación que estos mantengan con el entorno de la persona afectada.
Es crucial brindar un ambiente de contención y comprensión, evitando la crítica y la culpabilización.
Finalmente, es importante buscar ayuda profesional ante la sospecha de un TCA.
El tratamiento interdisciplinario, que incluya psicólogos, nutricionistas y médicos, es fundamental para abordar la problemática de forma integral y lograr una recuperación completa.