La configuración de los roles en el acoso que se produce a través de internet y las redes sociales es mucho más compleja de lo que parece. Si bien en la práctica intervienen principalmente dos actores o grupos, existen otros que también desempeñan papeles relevantes tanto para agravar la situación como para intentar contenerla. ¿De qué lado estás?
Como lo define Unicef, el ciberbullying (u hostigamiento online) se caracteriza por sus conductas hostiles y/o discriminatorias sostenidas de forma reiterada y deliberada por parte de un individuo o grupo con la finalidad de producir daño a otro/s, mediante la utilización de tecnologías de la información y comunicación.
Esto reduce el campo de análisis de estas prácticas a las siguientes situaciones:
- Aquellas que se producen en reiteradas ocasiones y se sostienen en el tiempo.
- Las que se llevan a cabo con una intención específica de causar daño al otro.
- Y que además se desarrollan exclusivamente en el ámbito de internet o las redes sociales.
Una cuarta característica que no se encuentra expresa en la definición de Unicef consiste en que el ciberbullying consiste en una situación entre pares que pueden ser niños, niñas o adolescentes y no contempla la participación de adultos.

Al producirse en el mundo digital, el ciberbullying adquiere una característica que deja las víctimas en una situación de suma indefensión: el hostigamiento se extiende 24/7 y ello achica los márgenes para encontrar un descanso o posible refugio en la esfera virtual.
Pero el cyberbullinyg no es sólo acoso u hostigamiento. También está integrado por las prácticas de:
- Exclusión: cuando la víctima es expulsada de grupos o comunidades
- Manipulación: ante la amenaza de hacer público algún contenido que la víctima prefiere mantener en su ámbito privado.
Los roles en el ciberbullying: ¿de qué lado estás?
Según los expertos, existen al menos seis roles claramente reconocidos en el ciberbullying.
Los dos principales son aquellos sin los cuales no podría existir la práctica: acosador y víctima. Ellos se definen claramente por sus denominaciones y no es necesario entrar en detalle en este punto.
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Sin embargo, lo que muchos desconocen es que para que el hostigamiento digital reiterado tenga el efecto deseado por el acosador y además se mantenga en el tiempo es necesaria la intervención de otros actores.
Ellos son, en primer orden, el ayudante del acosador (todo aquel que coopera con el acosador de manera directa o indirecta) y el reforzador del acoso (quien estimula al agresor a continuar con su conducta).
Pero la escala no queda allí, ya que la situación trasciende a estos actores y llega a los espectadores de la situación, es decir a los testigos que presencian el hecho agresivo. Ellos tienen tres opciones:
- Seguir siendo espectadores.
- Cambiar su rol ayudante del acosador o reforzador del acoso.
- Apoyar a la víctima, convirtiéndose en su ayudante.

Tal vez no lo sepan, pero la decisión que tomen los espectadores será clave en una situación de acoso y hasta se podría decir que en cierta forma ellos tienen la potestad de incidir en la continuidad o finalización de la situación hostil para la víctima.
Un victimario que no observa los resultados esperados sobre las acciones que lleva adelante, difícilmente continúe por ese mismo camino.
¿Vas a hacer algo?
Lo interesante de la definición acerca de los roles en este tipo de prácticas es que nos permite trazar un mapa para identificar a los actores y generar conciencia acerca de la importancia que cada uno tiene no sólo en el origen del problema, sino en su persistencia y resolución.

Posiblemente (y en más de una situación) a lo largo de tu experiencia en los ámbitos escolares o sociales te encontraste con situaciones de acoso.
En una de esas reaccionaste apoyando al acosador o incluso convirtiéndote en uno de ellos. Quizás saliste en defensa de la persona que sufría el hostigamiento.
Tal vez pensaste que mantener tu rol de espectador sin intervenir sería más favorable para que la situación no empeore.
Ahora que tenés en claro que cualquiera de esas posiciones (incluso la que parece más pasiva) tienen un efecto en la situación de hostigamiento, exclusión o extorsión: ¿qué vas a hacer la próxima vez que te encontres frente a un caso de ciberbullying?