El reconocido exconductor de MTV y DJ, Ale Lacroix, conmovió a la audiencia de un programa radial al relatar su dura historia personal de abuso sexual.
Durante una extensa entrevista en el programa Perros de la Calle de radio Urbana Play, Lacroix rompió un silencio de 35 años para lanzar un mensaje urgente a padres y sobrevivientes: hablar es la única herramienta para desarmar el poder de los agresores.
Lacroix, quien acaba de publicar su libro Un disparate hermoso, reveló que el abuso comenzó cuando tenía 16 años por parte de un hombre cercano al círculo de amistades de su padre, vinculado al Opus Dei.
El comunicador explicó que, debido a la confianza que su familia tenía en el agresor, el hombre actuaba como un "mentor", lo que facilitó los episodios de abuso en el ámbito de un club compartido.
El poder del silencio y la impunidad
Uno de los puntos más críticos de su testimonio fue la revelación de que mantuvo el secreto oculto incluso para su esposa, sus padres y sus amigos durante décadas.
Lacroix destacó que gracias a su psicólogo logró entender que los abusadores suelen ejercer un poder que paraliza a las víctimas, incluso años después del hecho.
“Me abro así para ayudarte, cuidá a tus hijos. Si tardaste 35 años en contarlo, contalo ahora. Sacátelo de encima”, expresó conmovido en el aire.
El exconductor también advirtió sobre la peligrosidad de estos predadores que continúan integrados en la sociedad.
Relató que el agresor, a pesar de haber sido condenado a prisión perpetua por otros casos de abuso (incluyendo a un sobrino con Síndrome de Down), fue visto en libertad pocos meses después de la sentencia.
Según Lacroix, exponer estas historias es vital porque los agresores se amparan en el silencio de sus víctimas para seguir actuando.
Claves para la crianza: "No hay secretos"
Como padre de adolescentes, Lacroix subrayó que su decisión de hablar busca concientizar a las familias para evitar que más niños sufran este tipo de traumas.
Para la crianza actual, dejó consejos fundamentales:
- Fomentar la comunicación abierta: Es vital que los hijos sientan que pueden contar cualquier situación a sus padres sin ser juzgados ni retados.
- La regla del "no secreto": Se debe enseñar a los niños que nadie tiene derecho a tocarlos sin su permiso y que, si alguien les pide guardar un "secreto", es una señal de alerta que deben comunicar de inmediato.
- Atención al círculo cercano: El testimonio resalta que el abuso suele ser intrafamiliar o dentro de círculos de extrema confianza donde los padres suelen bajar la guardia.
Contar la propia historia, según Lacroix, no es una vergüenza sino un acto de valentía que ayuda a sanar y, fundamentalmente, a proteger a los más vulnerables.





