Especialistas coinciden en que las actividades lúdicas más simples en niños de edad preescolar no son solo entretenimiento, sino el trampolín para el desarrollo del pensamiento lógico, el éxito en la aritmética formal y la capacidad de resolución de problemas.
- Los fundamentos: atributos y el desarrollo cognitivo
- Seriación y patrones: el camino hacia la aritmética
- El juego didáctico: la herramienta esencial
Tal vez esta escena te resulte familiar: en medio de lo que podría caracterizarse como una jornada normal con hijos en casa, de repente se percibe una paz inusual. Un momento de silencio que podría sugerir que algo está por ocurrir. Buscás a tu hijo o hija y (para tu sorpresa) lo encontrás en un estado de concentración total, juntando pares de medias, armando filas con autos apilando bloques por tamaño o clasificando juguetes por color. Tal vez no lo sepas, pero estás presenciando un avance fundamental en su desarrollo cognitivo.
Para los especialistas, estas tareas que parecen sencillas forman la base para que el niño comprenda conceptos matemáticos más complejos, incluyendo el conteo, la suma, la resta y la resolución de problemas.
El involucramiento temprano en experiencias matemáticas no solo ayuda a los niños a darle sentido a su mundo, sino que también establece una base sólida para el éxito escolar futuro.
Los fundamentos: atributos y el desarrollo cognitivo
Para que un niño en edad preescolar (entre los 3 y los 6 años) pueda clasificar y emparejar objetos, es imperativo que primero entienda el concepto de atributos.
Los atributos son las características de los objetos, como su color, forma o tamaño.
Los niños comienzan clasificando juguetes por categorías simples, como “estos ruedan” y “estos no ruedan”.
La clasificación es la habilidad de agrupar ítems por características similares. Inicialmente, los niños entre 3 y 4 años disfrutan clasificando objetos basándose en un solo criterio (por ejemplo, solo por color o solo por forma).
A medida que se desarrollan, pueden clasificar por más de una característica a la vez, como ordenar los bloques que son cuadrados y verdes.
El emparejamiento es la forma más simple de clasificación, donde se encuentran dos ítems que son iguales o que tienen la misma característica específica, como dos objetos de color azul.
El reconocimiento de formas y el emparejamiento de objetos reales con sus imágenes (como en un rompecabezas de imágenes básicas o un juego Montessori) representan un salto cognitivo sustancial, al mostrar que el niño comienza a entender que las imágenes representan objetos reales tridimensionales.

Seriación y patrones: el camino hacia la aritmética
Una vez que los niños dominan la clasificación y el reconocimiento de atributos, están listos para la seriación y la creación de patrones.
La seriación es una habilidad matemática fundamental que implica organizar objetos o elementos en un orden específico, siguiendo un criterio (como tamaño, longitud o posición).
Por ejemplo, ordenar un conjunto de crayones del más corto al más largo es un ejercicio de seriación.
Este proceso de ordenar requiere la capacidad de ver diferencias y comparar múltiples objetos de manera sucesiva.

La seriación es crucial ya que es la base para el desarrollo de operaciones lógicas más complejas.
Paralelamente, la identificación de patrones es clave para las habilidades matemáticas futuras.
Los patrones son secuencias que se repiten, como el patrón ABAB (rojo, azul, rojo, azul) o ABCABC.
La capacidad de reconocer y crear patrones ayuda a los niños a hacer predicciones sobre lo que vendrá después.
La manipulación activa de objetos para practicar la identificación de patrones, la secuenciación y el razonamiento lógico son procesos necesarios para desarrollar la habilidad de la seriación lógico matemática.
El juego didáctico: la herramienta esencial
La forma más efectiva y enriquecedora de fortalecer todas estas habilidades es a través del juego didáctico. El juego didáctico fomenta una enseñanza activa y participativa, promoviendo el desarrollo de habilidades cognitivas, la memoria secuencial y el pensamiento lógico.
Los rompecabezas y los juegos de construcción de patrones son recursos excelentes que facilitan el desarrollo de habilidades específicas como la clasificación y la seriación. Además, los juegos didácticos permiten a los niños aplicar conceptos abstractos en situaciones concretas y tangibles, facilitando una comprensión más profunda y duradera de los conceptos matemáticos lógicos.
Incluso si los niños de 4 a 5 años inician con una escala de logro incipiente en la seriación, el uso continuo de juegos didácticos y actividades prácticas estimula el pensamiento crítico y refuerza habilidades cruciales como la percepción visual, la memoria secuencial y el pensamiento abstracto.
La integración de juegos didácticos en la práctica educativa contribuye a cerrar las brechas en el aprendizaje lógico matemático desde la primera infancia.
Fuentes consultadas