En situaciones de emergencia, la rápida acción de los padres, cuidadores o educadores, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Si un bebé o niño pequeño no reacciona o se desmaya, saber aplicar correctamente la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) es fundamental.
El primer paso siempre es tener a mano el número de emergencias médicas de su localidad.
Si el niño no respira normalmente (o no tiene movimiento en el pecho), el Ministerio de Salud recomienda iniciar la RCP inmediatamente.
Colocar al niño boca arriba sobre una superficie firme.
En caso de encontrarse solo, realizar dos minutos de RCP antes de llamar a emergencias; si se está acompañado, pedir a un tercero que llame y solicite un DEA (Desfibrilador Externo Automático).
Es importante destacar que la técnica varía según se trate de un bebé de hasta un año o de niños y niñas mayores de 12 meses.
La técnica de RCP: bebés menores de 1 año
Está técnica, recomendada por el Ministerio de Salud de Argentina, sugiere que antes de comenzar, es recomendable tocar el pie del bebé y hablarle en voz alta para evaluar si responde, sin sacudirlo.
Si no hay respuesta, iniciar las compresiones tiendo en cuenta lo siguiente:
- Ubicación: En el centro del esternón, entre los pezones.
- Método A: Usar los dedos índice y medio (sin presionar el extremo del esternón).
- Método B: tomar al bebé por el pecho y usar los pulgares para presionar el esternón.
- Profundidad y frecuencia: comprimir al menos 4 cm (un tercio de la profundidad del tórax) a una frecuencia de 100 a 120 compresiones por minuto.
Respecto a las ventilaciones, el Ministerio indica:
- Vía Aérea: Inclinar la cabeza del bebé suavemente, ya que una inclinación exagerada puede cerrar la vía del aire.
- Sello: Cubrir la boca y la nariz del bebé firmemente con su boca.
- Acción: Aplicar 2 insuflaciones de 1 segundo cada una, apenas soplando, hasta que el tórax se eleve visiblemente.
Realice cinco ciclos de 30 compresiones más 2 insuflaciones.
La técnica de RCP: niños mayores de un año hasta la pubertad
Tocar los hombros del niño y hablarle en voz alta. La comprobación de la respiración no debe demorar más de 10 segundos.
Si no hay respuesta, iniciar compresiones
- Ubicación: Mitad inferior del esternón.
- Técnica: Utilizar el talón de una mano. Si el niño es mayor o se cansa, usar ambas manos, entrelazando los dedos.
- Profundidad y frecuencia: comprimir al menos 5 cm (un tercio de la profundidad del tórax) a una frecuencia de 100 a 120 compresiones por minuto.
En cuanto a las ventilaciones, Salud recomienda.
- Vía aérea: Inclinar la frente del niño hacia atrás con una mano y elevar el mentón con los dedos de la otra.
- Sello: Tapar ambas fosas nasales con el pulgar y el índice. Cubrir la boca del niño con la suya, creando un sello hermético (o use un protector de barrera).
- Acción: Soplar 2 veces por 1 segundo cada una, observando la elevación del tórax.
Continuar ininterrumpidamente hasta que el niño se recupere (llore o se mueva) o llegue la ayuda médica.
Si el niño comienza a respirar por sí mismo, colocarlo en posición de recuperación (lateral) y evaluarlo constantemente hasta la llegada del servicio de emergencia.





