A partir de un registro inusual de casos en la provincia de Salta, una enfermedad “silenciosa” que transmiten perros y gatos ganó protagonismo los últimos días. Se trata de la hidatidosis, una afección que puso en alerta a las autoridades sanitarias y reafirmó la necesidad de los controles veterinarios y la desparasitación.
- ¿Qué es la hidatidosis y por qué es silenciosa?
- Cómo se contagia la hidatidosis
- Cómo prevenir en el hogar y qué puede hacer la escuela
¿Qué es la hidatidosis y por qué es silenciosa?
La hidatidosis, también conocida como equinococosis quística, es una enfermedad provocada por un parásito llamado Echinococcus granulosus.
Este parásito se desarrolla dentro de los perros y gatos tras la ingesta de agua, comida o vegetación contaminada.
El animal infectado, aunque el parásito no lo afecta, elimina los huevos a través de su materia fecal, contaminando así el ambiente.
Aunque se presenta tanto en perros como en gatos, son muchos más frecuentes los casos de hidatidosis por la transmisión de perros a humanos.
En las personas, esta afección provoca el desarrollo de quistes hidatídicos que se alojan principalmente en el hígado (alrededor del 80% de los casos) y los pulmones, aunque pueden llegar a otros lugares del cuerpo.
La hidatidosis es considerada una patología silenciosa porque las personas portadoras pueden no tener síntomas durante muchos años.
Los síntomas varían según la ubicación del quiste y solo comienzan a aparecer cuando estos aumentan su tamaño.
Es alarmante para las familias saber que, por lo general, la enfermedad se contrae en la infancia y se manifiesta recién en la adultez.
Cómo se contagia la hidatidosis
El parásito sigue un ciclo de transmisión. El perro infectado defeca y elimina miles de huevos, los cuales contaminan el agua, la tierra, las verduras, el pasto, e incluso quedan adheridos al pelo del animal. Si el perro se lame, el parásito permanece en su boca y lengua.
La infección se produce cuando los huevos llegan a la boca de las personas, principalmente en los niños.
Esto ocurre por diversas actividades cotidianas:
- Contacto directo con mascotas. Dar besos al perro o dejarse lamer por él. El contacto con la saliva o el pelaje de perros infectados es peligroso.
- Contacto ambiental. Gatear en un ambiente contaminado, o que los niños se lleven tierra o arena a la boca.
- Consumo de alimentos/agua. Consumir verduras contaminadas o tomar agua que contenga los huevos del parásito.
Es importante destacar que las personas son el último eslabón de la cadena de contagio, ya que se infectan, pero no contagian a otros.
Cómo prevenir en el hogar y qué puede hacer la escuela
La prevención es clave para combatir esta enfermedad que afecta a las personas y genera fuertes pérdidas económicas.
Las autoridades aconsejan tomar medidas de precaución para evitar posibles infecciones.
Entre ellas, se pueden diferencias las medidas que hay que tomar con las mascotas, a saber:
- Desparasitación rigurosa. Desparasitar a los perros cada 45 días sin falta.
- Alimentación segura. Evitar alimentar a los perros con achuras crudas o vísceras crudas.
- Control de ambientes. Mantenerlos lejos de los lugares donde se carnea a los animales. Tratar de tener pocos perros por familia (uno o dos) y que no anden sueltos.
Las medidas clave de higiene y alimentación para familias y educadores, a saber:
- Higiene de manos. Lavarse bien las manos después de tocar un perro, antes de comer y tantas veces como sea necesario.
- Higiene alimentaria. Lavar con agua potable y a chorro fuerte las frutas y verduras antes de consumirlas. Si tienen huerta, cercarla para que no entren los perros.
- Cuidado de niños. Evitar que los perros laman a los niños en la boca. Evitar que los niños se lleven tierra o arena a la boca.
Si hay sospecha de infección, es crucial consultar con un médico clínico para un diagnóstico personalizado. Recordá que desde Crecer Hoy te recomendamos SIEMPRE consultar a un profesional médico para atender tu caso específico.
El tratamiento en personas para quistes pequeños es con medicación, pero si alcanzan un gran tamaño, se requiere cirugía.
En el caso de los perros y gatos, el tratamiento se realiza con antiparasitarios para eliminar el parásito.





