Cuando hablamos de sexting nos referimos a la circulación de contenido sexual de manera consentida a través de dispositivos móviles como celulares y tablets, utilizando aplicaciones como WhatsApp, Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat, etc.
- Consentimiento y descontextualización en el sexting
- Tres situaciones clásica de sexting
- Qué es la pornovenganza
- El «doxeo»: un caso especial de sexting
- Imágenes trucadas con inteligencia artificial
- Tres consecuencias de sexting
- Consejos para prevenir complicaciones por sexting
- Cómo actuar frente al sexting
En su etimología, la palabra está compuesta por la combinación de «sexo» y «texteo».
Se trata de imágenes o videos que son registradas y producidas de manera voluntaria por el o los protagonistas, quienes en principio desconocen el alcance que podrían llegar a tener esos contenidos si llagaran a ser difundidos fuera de la intimidad de ambos.
Aunque no es un fenómeno exclusivo de la adolescencia, en la génesis del sexting se combinan dos factores: el acceso generalizado a dispositivos móviles con cámaras y la curiosidad sexual propia de esa etapa.
Sin embargo, como ocurre en otras escenas de la vida digital, las imágenes o videos pueden ser enviados a terceros que, al volver a reenviar el contenido, darán pie a una viralización muy difícil de detener.
Consentimiento y descontextualización en el sexting
En el sexting se contempla una diferencia fundamental entre consentimiento para la captura de una imagen y autorización para que sea mostrada o divulgada.
Es decir, un chico o una chica pueden tomar los registros o incluso aceptar ser fotografiados o filmados, pero no necesariamente lo hacen autorizando la publicación de ese contenido en espacios públicos como internet.
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A su vez, en el sexting entra a jugar lo que se conoce como la descontextualización de la imagen: una foto o video con contenido sexual puede tener sentido dentro de un contexto privado e íntimo, pero al ser publicado en internet, pierde su significado original y se expone a la mirada de un público no deseado.
De esta forma, lo que se grabó con una idea o propósito puede adquirir un nuevo significado muy distinto al original y ello puede resultar nocivo para quién o quiénes aparecen en el contenido.
Tres situaciones clásicas de sexting
El sexting puede manifestarse en diversas situaciones, desde el envío de fotos o videos para seducir a una pareja hasta la grabación de un encuentro sexual.
En todos los casos, existe el riesgo de que el material, inicialmente privado, se difunda sin consentimiento.
Estas son las tres situaciones clásicas del sexting y sus riesgos:
- Una pareja se filma o saca fotos en la intimidad y guardan ese contenido en dispositivos o en una “nube” de datos. Tras el registro, uno de los integrantes de la pareja le envía el contenido algún conocido, con el riesgo de que este lo envíe a más gente.
- Un integrante de la pareja (o ambos) se envían fotos entre sí como una forma de coqueteo. Quien la recibe la hace circular sin el consentimiento de la otra persona.
- En medio de un chat, una chica o un chico realizan poses con connotación sexual delante de la cámara. El receptor las registra y luego las difunde sin el consentimiento de la otra persona.
Qué es la pornovenganza
La pornovenganza, también conocida como «revenge porn», es una forma de extorsión y violencia que consiste en publicar contenido sexual explícito en internet sin el consentimiento de la persona que aparece en las imágenes.
Se origina a partir de contenido que se obtuvo de manera consensuada entre ambos integrantes de una pareja, pero que luego es compartido por una de esas personas (sin el consentimiento de la otra) con la intención de generar un daño y en calidad de “venganza” por alguna situación que generalmente tiene que ver con la ruptura de la relación sentimental.
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Cabe aclarar que la viralización del contenido puede tener consecuencias devastadoras para la víctima, incluyendo daño a su reputación, problemas laborales y familiares, e incluso afectaciones emocionales severas.
El “doxeo”: un caso especial en el sexting
El doxing (doxeo en español) consiste en investigar, recopilar y publicar información privada de una persona sin su consentimiento, a menudo con el objetivo de exponerla, humillarla o acosarla.
En el contexto del sexting, el doxing puede implicar la publicación de fotos o videos íntimos junto con capturas de pantalla de redes sociales y otros datos personales que confirmen la identidad de la víctima.
Las imágenes o videos pueden obtenerse de distinta forma y en ocasiones pueden extraerse dispositivos, computadoras o nubes de alojamiento de contenido a las cuales el agresor ingresa sin el consentimiento de la víctima.
Imágenes trucadas con inteligencia artificial
Un caso aparte dentro de sexting tiene que ver con el contenido falso “fake”) generado a través de herramientas de inteligencia artificial.
Esto es, básicamente, cuando el o los agresores generan imágenes mediante la utilización de inteligencia artificial y luego las difunden con la intención de generar daño en las víctimas.
En principio, sólo los agresores saben que se tratan de imágenes falsas y la víctima se encuentra ante la doble situación de sufrir la vitalización y tener que salir a desmentir la autenticidad del material.
Las tres consecuencias del sexting
Entre las principales consecuencias del sexting, podemos encontrar:
- Descontextualización de la situación. La imagen pierde su sentido original al ser expuesta a un público no deseado.
- Exposición no deseada. La imagen puede llegar a personas que no eran los destinatarios originales, generando vergüenza y humillación.
- Daño a la identidad digital. El contenido publicado en internet puede perdurar en el tiempo y afectar negativamente la reputación online de la persona.
Consejos para prevenir complicaciones por sexting
Para prevenir actos viralizaciones derivadas de sexting se torna fundamental promover el diálogo y la consciencia sobre los riesgos de compartir contenido íntimo en internet.
Algunas recomendaciones clave para jóvenes son:
- Pensar antes de enviar. Una vez que una imagen se comparte, se pierde el control sobre su distribución y posible viralización.
- Proteger la privacidad. Configurar la privacidad de las cuentas en redes sociales y utilizar contraseñas seguras para evitar el acceso no autorizado a la información personal.
- No reenviar ni difundir imágenes sin consentimiento. Respetar la privacidad de los demás y evitar contribuir a la propagación de contenido sexual no autorizado
Cómo actuar frente a la circulación de contenido de sexting
Cuando se detecta un caso de viralización a partir de sexting, es importante:
- Reportar las imágenes en la plataforma. Las redes sociales y sitios web tienen mecanismos de denuncia para solicitar la eliminación de contenido inapropiado.
- Buscar asesoramiento legal. Si el material involucra a menores de edad o se sospecha de un delito, es importante contactar a las autoridades o a organizaciones especializadas en protección infantil.
- Guardar las pruebas. Capturas de pantalla, mensajes y cualquier otra evidencia del acoso o la difusión no autorizada pueden ser útiles para una posible denuncia legal.
* Este artículo contiene información de la Guía de Sensibilización sobre Convivencia Digital elaborada por Unicef y el gobierno de Buenos Aires.