La OMS alerta sobre una tendencia preocupante: el uso del preservativo en adolescentes está disminuyendo y esto implica riesgos crecientes de ITS, VIH y embarazos no planificados. Qué está cambiando en las prácticas sexuales juveniles y qué recomendaciones plantea el organismo para proteger su salud.
El uso del preservativo, uno de los métodos más eficaces para prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS), VIH y embarazos no intencionales, está disminuyendo entre los adolescentes.
Así lo advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un informe publicado en febrero de 2025, donde alerta sobre un dato preocupante: casi un tercio de los adolescentes europeos (30%) no usó ni preservativo ni anticonceptivos en su última relación sexual, un porcentaje que no mejora desde 2018.
Aunque el estudio citado corresponde a Europa, la OMS plantea que esta tendencia debe tomarse como una señal de alarma global. Los comportamientos sexuales de los jóvenes están cambiando, y con ellos, los riesgos asociados a la salud sexual y reproductiva.
Un panorama preocupante para la salud adolescente
La OMS recuerda que los preservativos son la única herramienta de prevención que protege simultáneamente contra ITS, VIH y embarazos no planificados. Sin embargo, el descenso en su uso coincide con:
- El aumento sostenido de ITS a nivel mundial: en 2020 hubo 374 millones de nuevos casos en adultos de 15 a 49 años.
- La persistencia de barreras culturales, de género y de acceso a información fiable.
- Una sexualidad adolescente influenciada por contenidos digitales, redes sociales y desinformación.
Aunque la OMS no presenta cifras específicas sobre adolescentes en América Latina, advierte que este comportamiento constituye un riesgo para cualquier región donde exista baja educación sexual, estigma y dificultad para acceder a métodos de protección.
Por qué los adolescentes están usando menos preservativo
La OMS identifica varios factores que influyen en esta tendencia:
1. Falta de información clara y sin prejuicios
El organismo insiste en que los jóvenes necesitan información accesible, científica y libre de estigmas. Los mensajes moralizantes o basados en el miedo no funcionan.
2. Desigualdades de género
En muchas relaciones heterosexuales, las adolescentes tienen menos poder para negociar el uso del preservativo.
Según la OMS, las inequidades de género siguen siendo un obstáculo central.
3. Educación sexual insuficiente
El estudio europeo que cita la OMS muestra que, pese a los programas escolares, la tasa de no uso de preservativo no cambió en siete años.
El organismo pide reforzar la educación sexual integral (ESI), especialmente en temas como consentimiento, placer y cuidado compartido.
4. Influencia de redes sociales y contenidos digitales
La OMS destaca que es necesario investigar el rol que tienen los medios sociales y el contenido online en los comportamientos sexuales adolescentes.
Exposición a pornografía, desinformación, presión de pares e influencers no especializados son parte del escenario actual.
Un método eficaz, seguro y accesible… si se usa bien
El informe subraya la eficacia del preservativo cuando se usa correctamente y de manera sistemática:
- 98% de eficacia en la prevención del embarazo con preservativo externo.
- 95% de eficacia con preservativo interno.
- Reducción significativa del riesgo de transmisión de VIH e ITS durante sexo vaginal, anal u oral.
La OMS también recuerda la importancia del uso adecuado de lubricantes a base de agua o silicona para evitar roturas y mejorar la seguridad.
¿Qué recomienda la OMS para revertir la tendencia?
El organismo propone un conjunto de medidas dirigidas a familias, escuelas, equipos de salud y gobiernos:
1. Educación sexual integral basada en evidencia
No solo enfocada en riesgos, sino también en lenguaje positivo sobre sexualidad, incluyendo el placer, ya que está demostrado que este enfoque aumenta el uso del preservativo.
2. Servicios de salud amigables para adolescentes
Acceso sin barreras, confidencialidad y profesionales capacitados.
3. Capacitación para docentes y equipos de salud
Para hablar del tema sin estigma, sin juicios y con foco en derechos.
4. Diálogo abierto en las familias
Romper el silencio facilita la toma de decisiones informadas y seguras.
Hablar de preservativos sigue siendo fundamental
El informe de la OMS vuelve a poner sobre la mesa una realidad ineludible: el descenso en el uso del preservativo entre adolescentes es un riesgo sanitario. Más ITS, más embarazos no planificados y más vulneración de derechos.
En un mundo donde la sexualidad circula por redes sociales, contenidos virales y mensajes contradictorios, aun más importante es garantizar:
- Información confiable.
- Acceso a métodos seguros.
- Espacios de conversación sin prejuicios.
Los preservativos funcionan. Son eficaces, seguros y accesibles. Pero para que realmente protejan a los adolescentes, primero tienen que estar informados, acompañados y empoderados para usarlos.
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