El reciente caso que conmociona a la ciudad de Dolores, en la provincia de Buenos Aires, puso nuevamente en el centro del debate la vulnerabilidad de los menores de edad en el ecosistema digital, particularmente en el uso de aplicaciones de citas diseñadas para adultos.
La escalofriante denuncia de un adolescente de 14 años, que fue abusado por tres hombres y contrajo VIH y sífilis tras ser contactado a través de una de estas plataformas, subraya la urgente necesidad de concientización y refuerzo de las medidas de seguridad en línea.
- Horror en Dolores
- Menores de edad y riesgos de las aplicaciones de citas
- Las medidas de las apps: ¿suficientes o eludibles?
- Recomendaciones para los menores en línea
- Consejos para los usuarios
El aberrante caso de Dolores se inició en enero pasado, cuando un joven de 14 años descargó la aplicación Grindr, plataforma destinada a la comunidad LGBTIQ+.
A través de esta app fue contactado por un docente de 37 años, quien sabiendo que la víctima era menor de edad la invitó a su casa para un encuentro sexual.
El abusador era portador de VIH, no utilizó protección y le rogó al adolescente que no contara lo sucedido para no perder su trabajo.

La situación se agravó cuando el abusador compartió el contacto del menor con su pareja, un diseñador de moda de 24 años, y con un inspector municipal de 52 años.
Ambos también abusaron del adolescente, confirmando su minoría de edad antes de los encuentros.
El caso tomó visibilidad cuando el joven comenzó a presentar síntomas de una enfermedad y fue internado de urgencia, donde se le diagnosticó VIH y, días después, sífilis.
Se confirmó que ninguno de los abusadores utilizó preservativo.
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La fiscal Mónica Ferré imputó a los tres acusados por “abuso sexual con acceso carnal agravado, corrupción de menores agravada y facilitamiento del acceso a espectáculos pornográficos”.
Además, se reveló que el docente ya contaba con una causa previa por "grooming", la captación de menores con fines sexuales a través de Internet.
Menores de edad y riesgos de las aplicaciones de citas
Las aplicaciones de citas como Tinder, OkCupid, Grindr, Happn o Lovoo están diseñadas exclusivamente para usuarios mayores de 18 años.
Sin embargo, la realidad demuestra que esta restricción es fácilmente eludible.
Una investigación periodística de CNA (Channel News Asia) mostró la facilidad con la que se pueden crear perfiles falsos indicando ser mayores de edad y, al revelar que eran menores, recibieron proposiciones sexuales de adultos.
Expertos en ciberseguridad señalan que los jóvenes que acceden a estas apps son particularmente vulnerables debido a su estado emocional y psicológico.
En estas plataformas, "el corazón ya está muy abierto". Los menores buscan atención, validación y llenar vacíos, lo que los hace susceptibles a depredadores que construyen confianza antes de las proposiciones inapropiadas.
Las medidas de las apps: ¿suficientes o eludibles?
Las principales aplicaciones de citas, como Tinder y Grindr, afirman que solo permiten el registro a mayores de 18 años y cuentan con sistemas para reportar perfiles sospechosos.
Tinder implementa herramientas automáticas y manuales de revisión, escaneos de perfiles, y permite el bloqueo de identificadores de usuarios menores de edad. También ofrece una verificación de foto voluntaria y está probando un proceso de verificación de identidad mejorado con video selfie y documentos (licencia de conducir o pasaporte) en países como Japón (donde es obligatorio), Australia y Nueva Zelanda.
Grindr bloquea o cierra cuentas de usuarios menores de edad y está clasificada como 17+ en las tiendas de aplicaciones, permitiendo controles parentales.
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A pesar de no requerir foto de perfil o identificación debido a preocupaciones de privacidad de sus usuarios (especialmente en países donde ser LGBTQ+ es ilegal), utiliza inteligencia artificial y aprendizaje automático para monitorear chats en busca de usuarios menores de edad, y cuenta con un equipo de más de 150 expertos en moderación que reportan actividad sospechosa a organizaciones de protección infantil.
Sin embargo, estas medidas tienen limitaciones, entre las cuales se destacan:
- La verificación de edad inicial suele ser una pregunta que es "fácil de engañar".
- A pesar de las políticas, adultos que continuaron las conversaciones con periodistas que revelaron ser menores, seguían activos en las plataformas.
- La complejidad de implementar herramientas biométricas para identificar la edad ha sido un desafío.
Recomendaciones para los menores en línea
La preocupación por el cibercrimen y la protección infantil es creciente.
Desde el Ministerio de Seguridad, ofrecen una serie de recomendaciones esenciales:
La educación en ciberseguridad en las escuelas es fundamental, pero debe ir más allá del conocimiento técnico para abordar el desarrollo psicológico de los jóvenes. Se necesita pasar de la sensibilización a la capacitación sistematizada para que los menores adquieran las competencias necesarias.
IS4K (Internet Segura for Kids) y otros organismos ofrecen recursos y líneas de ayuda para asesorar a menores y familias sobre el uso seguro y responsable de los servicios digitales.
Es necesario que los padres se involucren activamente en la vida digital de los hijos, no solo superficialmente.
Además, deben estar atentos para intentar detectar las causas profundas que llevan a los jóvenes a estas plataformas, como la soledad, la presión de grupo o el escapismo.
Otro aspecto consiste en aprovechar los controles parentales disponibles en los sistemas operativos de los dispositivos para restringir la descarga de ciertas aplicaciones.
También es importante mantener un diálogo abierto para que los menores se sientan cómodos compartiendo sus experiencias y buscando ayuda si se encuentran en situaciones de riesgo.
En cuanto a las responsabilidades que le caben a la industria, los expertos sugieren que las aplicaciones deberían enfrentar penalidades si se encuentran menores en sus sitios para incentivar la implementación de controles más efectivos.
A la vez, reclaman que la protección del menor se encuentre presente desde el diseño y desarrollo de las aplicaciones.
En tanto, expertos advierten que se requiere un mayor impulso en regulaciones e implementación de mecanismos para reducir los riesgos. Japón, por ejemplo, ya exige la verificación de identidad con documentos oficiales para Tinder.
Consejos para los usuarios
El ministerio de Seguridad enfatiza una serie de consejos para los usuarios de estas aplicaciones:
- No compartir datos sensibles (origen racial, opiniones políticas, convicciones religiosas, salud, vida sexual).
- Estar alerta ante el robo de identidad y perfiles falsos.
- Cuidado con el malware que promete funciones premium.
- Evitar la trata de personas y las ofertas sexuales que pueden surgir de perfiles falsos.
- Asegurarse de realizar videollamadas seguras.
Otros aspectos destacados son el reporte o denuncia e usuarios sospechosos tanto en la aplicación como por vías judiciales.
Además, es muy importante guardar todas las pruebas posibles: capturas de pantalla de perfiles y conversaciones, correos electrónicos con denuncias a la empresa.