La plataforma de Meta rediseña la experiencia de los menores de 18 años, limitando contenido explícito y ofreciendo herramientas claras para que los padres puedan acompañar.
En medio del debate global sobre el impacto de las redes sociales en la salud mental juvenil, Instagram dio un paso fundamental hacia la seguridad digital al imponer el estándar PG-13 para el contenido de los adolescentes, un modelo inspirado en las clasificaciones cinematográficas.
Este cambio, junto con la activación de protecciones por defecto, busca crear un entorno digital más predecible y saludable para los usuarios de 13 a 18 años.
Cuando un joven crea su perfil dentro de este rango de edad, la plataforma de Meta activa automáticamente una serie de funciones de protección. La configuración inicial establece, por defecto, que la cuenta del adolescente será privada.
Esto garantiza que solo las personas aprobadas por el menor puedan ver sus publicaciones y enviarles mensajes directos.
El director de Instagram, Adam Mosseri, explicó que esta nueva configuración "permite a los padres tener más control sobre el contenido que los adolescentes consumen”.
Por su parte, la líder de seguridad de Meta, María Cristina Capelo, señaló que el objetivo principal es que la experiencia esté orientada a que los jóvenes "se conecten con sus intereses y amigos en un entorno más seguro”.

Cómo funciona el filtro PG-13
La clasificación PG-13 (que sugiere supervisión parental para menores de 13 años) se aplicará por defecto a todo el contenido, desde el feed y los reels hasta las Historias.
La implementación de este filtro implica que el material recomendado se clasificará y filtrará cuidadosamente para excluir temas sensibles o violentos.
En términos prácticos, esta limitación estricta evita que los adolescentes vean imágenes o temas delicados, incluyendo autolesiones, incitación a conductas peligrosas o contenido explícito.
Incluso los filtros se ampliaron a las búsquedas, con bloqueos relacionados con temas sensibles como el suicidio, los trastornos alimentarios o términos de adultos como "alcohol" o "gore".
Además, la plataforma busca activamente evitar interacciones peligrosas.
Los adolescentes ahora reciben alertas si interactúan por primera vez con un usuario desconocido, facilitando el reporte de cualquier comportamiento sospechoso.
Otra protección clave es que los menores ya no podrán seguir cuentas que compartan regularmente contenido inapropiado o cuyos nombres sugieran que no son adecuadas para ellos.
Cómo vincular nuestras cuentas con las de nuestros hijos
Aunque estas protecciones de base vienen activadas automáticamente, los padres o tutores tienen la opción de reforzar la seguridad vinculando su propia cuenta con la de sus hijos.
Este proceso de "Supervisión de cuentas de adolescentes" permite una mayor transparencia y acompañamiento.
Para vincular las cuentas, el proceso es sencillo:
- El padre debe ir a ‘Ajustes’.
- Seleccionar la opción de Supervisión.
- Enviar una invitación a la cuenta del menor.
- Una vez que el adolescente acepta la invitación, los padres acceden a información crucial, como el tiempo de uso en pantalla y detalles sobre los nuevos seguidores que tiene su hijo.
Meta ofreció recursos adicionales para mejorar esta comunicación.
Existe un centro para familias que explica los términos propios de las redes y facilita consejos para abordar temas difíciles.
Por ejemplo, si un padre desea conversar sobre "alguien que bloqueó su hijo o su hija", el centro le sugiere cómo hacer la pregunta para evitar que el menor responda con un "mamá, deja de preguntarme cosas".
La directiva Hélène Verbrugghe concluye que este enfoque busca ofrecer "una herramienta sencilla que permita a los padres poder involucrarse" y que los adolescentes tengan una experiencia segura.
Aunque los hijos suelen manejar mejor la tecnología, Capelo enfatiza que los padres cuentan con la experiencia de vida necesaria para "orientar y acompañar a sus hijos en el uso responsable de las redes sociales".