Un informe de la Sociedad Argentina de Pediatría ubica al colecho como denominador común en 7 de cada 10 decesos de bebés por muerte súbita. Cuál es la práctica más riesgosa.
- De la cama al sofá, un riesgo en aumento exponencial
- Los mecanismos de riesgo a evitar
- Recomendaciones para un descanso seguro de los bebés
- Factores de riesgo adicionales
El debate sobre el colecho (compartir la cama con el bebé) es una constante en el ámbito de la crianza, abordando tanto los efectos psicológicos como los riesgos físicos que esta práctica puede generar.
Sin embargo, una nueva advertencia de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) encendió las alarmas, ubicando al colecho como una de las posibles causas de la Muerte Súbita e Inesperada del Lactante (MSIL).
La preocupación se fundamenta en cifras oficiales que son alarmantes: en Argentina, se registra en promedio una muerte súbita por semana en menores de un año. Específicamente, los datos del Ministerio de Salud indican que anualmente se producen 149 fallecimientos domiciliarios en menores de 1 año, de los cuales 73 corresponden a muertes súbitas.
De la cama al sofá, un riesgo en aumento exponencial
La MSIL se define como el fallecimiento de un niño de hasta un año de edad (entre 7 y 365 días) que ocurre de manera inesperada en las 24 horas previas y cuya causa es desconocida antes de la investigación médica y legal.
Estos decesos generalmente ocurren en el domicilio durante el sueño, y son más frecuentes en los menores de 6 meses.
El documento de la SAP, titulado "Campaña de Sueño Seguro - Disminución del riesgo de muerte súbita e inesperada del lactante," cita un estudio de mortalidad infantil domiciliaria (MID) que revela una preocupante correlación: el 69.2% de las defunciones analizadas presentaban la práctica de colecho.
Las estadísticas son contundentes respecto al riesgo: la ocurrencia de muerte súbita es ocho veces mayor en los niños que duermen en la cama de los adultos y se eleva a 17 veces mayor si duermen sobre un sofá.
Este riesgo aumenta a medida que la práctica de compartir la cama se prolonga durante la noche.

Los mecanismos de riesgo a evitar
Según los expertos, las causas de este incremento de riesgo durante el colecho incluyen:
- El estrés térmico.
- El aplastamiento del adulto sobre el niño.
- La obstrucción de la vía aérea como consecuencia de la cabeza cubierta o la posición de costado.
Si bien el riesgo de MSIL es mayoritariamente en poblaciones vulnerables (con más del 70% viviendo en situación de hacinamiento y con prácticas de sueño inseguro), las recomendaciones de seguridad aplican a todos los entornos.
Recomendaciones para un descanso seguro de los bebés
Desde la SAP, el mensaje es enfático: el lugar más seguro para que un bebé duerma es en su propia cuna, ubicada al lado de la cama de los padres.
Los pediatras insisten en que los bebés duerman boca arriba, en su propia cuna.
Para garantizar un entorno de sueño seguro y disminuir el riesgo de MSIL, los profesionales de la salud sugieren:
- Posición boca arriba. Acostar al bebé siempre en esta posición sobre una superficie firme, plana y no inclinada. La posición de costado no está recomendada porque facilita la rotación hacia la posición boca abajo.
- Cuna segura en la misma habitación. La cuna debe estar en el mismo cuarto que las personas que ejercen el cuidado, sin compartir la cama, al menos durante los primeros 6 meses de vida.
- Sin objetos sueltos en la cama o cuna. La cuna debe estar libre de almohadas, nidos de contención, chichoneras, peluches, ropa suelta, colchas o edredones. Solo las sábanas o mantas deben cubrir hasta la línea de las axilas; es crucial evitar la cobertura de la cabeza o la colocación de gorros en ambientes con temperatura agradable.
- Uso del chupete. El chupete se considera un elemento que disminuye el riesgo de muerte súbita. Se puede ofrecer antes de que el bebé se duerma, siempre y cuando la lactancia materna ya esté bien establecida.
Factores de riesgo adicionales
Existen otros factores de riesgo que deben abordarse desde el embarazo.
La prevención del nacimiento prematuro y el bajo peso al nacer son clave, ya que ambos son factores de riesgo de muerte súbita.
Además, es crucial cumplir con el calendario de vacunación, incluyendo la vacuna contra el Virus Sincicial Respiratorio (VSR) en el octavo mes, que protege de la bronquiolitis durante los primeros 6 meses.
Otro factor determinante es el consumo de tabaco, alcohol y sustancias psicoactivas durante y después del embarazo.
Estas conductas alteran el desarrollo del mecanismo defensivo natural del despertar del lactante ante cualquier circunstancia de falta de oxígeno.
Si los padres eligen compartir la cama, o si se duermen involuntariamente con ellos, la SAP aconseja encarecidamente que las familias conversen abiertamente con sus pediatras.
Esto permitirá al profesional de la salud ofrecer recomendaciones individualizadas para reducir los riesgos de muerte súbita durante el colecho.
Recordá: desde Crecer Hoy recomendamos SIEMPRE la consulta con profesionales para encontrar el consejo o tratamiento específico para tu caso particular.