Muy pocos juguetes, por simples que parezcan, ofrecen la misma cantidad de ventajas que los bloques de construcción. Desde hace siglos, madres, padres, el profesorado y los propios niños saben intuitivamente que jugar con bloques es increíblemente beneficioso y divertido.
- Los beneficios matemáticos de jugar con bloques
- Un bloque para cada etapa de tu bebé, niño o niña
- Consejos para la familia y para educadores
Bajo su apariencia básica, los bloques de construcción son, probablemente, el juguete más polivalente de todos los tiempos.
Son piezas que vienen en diversas formas, colores y grados de complejidad, adaptándose a cada etapa del desarrollo infantil.
Su valor como herramienta de aprendizaje y entretenimiento fue reconocido desde el siglo XVII, con John Locke documentando su uso, y formalizado en el siglo XIX por Friedrich Froebel en el primer jardín de infancia.
Este juguete atemporal no solo entretiene, sino que se ha ganado su lugar por su capacidad demostrada para desarrollar habilidades cruciales en los niños, desde la infancia hasta la adolescencia.

Los educadores coinciden en que los bloques de madera, por ejemplo, ofrecen lecciones esenciales en Ciencia, Física, Ingeniería y Matemáticas, además de fomentar un juego imaginativo sin fin.
Los beneficios matemáticos de jugar con bloques
El juego con bloques es una verdadera mina de oro para el desarrollo infantil, impactando positivamente en múltiples áreas:
- Desarrollo Cognitivo y Académico. Los bloques son fundamentales para construir conocimientos centrales. Los niños aprenden sobre Ciencia, Física e Ingeniería al enfrentarse a la resolución de problemas, buscando qué falla en sus estructuras y probando hipótesis sobre la gravedad y el alzado. También adquieren lecciones básicas de Matemáticas, incluyendo el reconocimiento de patrones, simetría, fracciones, medición lineal, cuentas simples y correspondencia uno-uno. Estimulan el pensamiento lógico y cerebral, ayudándolos a entender el funcionamiento de mecanismos y engranajes. Además, desarrollan conceptos espaciales como arriba-abajo, alto-bajo, derecha-izquierda, cerca-lejos, delante-detrás, y mejoran la capacidad de representar, analizar y manipular objetos en su mente, lo que se conoce como rotación mental y conciencia espacial.
- Habilidades Motoras. Son indispensables para la coordinación mano-ojo y la psicomotricidad fina. Apilar bloques, ajustar una torre tambaleante o alinearlos uno al lado del otro requiere precisión y destreza. Este juego mejora la coordinación de movimientos de manos y dedos, habilidades cruciales para tareas como sujetar un lápiz al escribir.
- Lenguaje y Comunicación. Aunque no sea evidente, el juego con bloques fomenta la expresión oral individual. Los niños empiezan a contarte qué han construido y cómo lo hicieron, desarrollando su vocabulario y narrativa.
- Desarrollo Emocional y Social. Al jugar con otros, los niños practican la cooperación, la resolución de problemas en grupo, el turno de juego, el compartir y la defensa de sus propias ideas. También les permite celebrar pequeños triunfos, aumentando su confianza y autoestima al superar obstáculos y mostrar sus creaciones. Fomenta la empatía al trabajar en equipo.
- Creatividad e Imaginación. Los bloques se clasifican como "juegos abiertos" porque se pueden utilizar de múltiples maneras y combinar con otros juguetes. Fomentan la imaginación ilimitada de los niños, permitiéndoles incorporar los bloques en juego simbólico, usándolos como comida, cuna para una muñeca o para construir casitas.
- Concentración y hábito de orden: Jugar con construcciones ayuda a los niños a estimular sus funciones cerebrales y a concentrarse en la tarea, desarrollando la coordinación de movimientos. También son una excelente herramienta para enseñar la importancia de mantener los espacios limpios y ordenados, forjando hábitos indispensables para la vida.
Un bloque para cada etapa de tu bebé, niño o niña
El juego con bloques se transforma a medida que el niño crece, ofreciendo desafíos y aprendizajes adecuados para cada edad:
- De 0 a 18 meses. Los bebés inician con bloques grandes y ligeros de tela o cartón. Los padres pueden jugar a esconder y revelar un bloque para desarrollar el sentido de permanencia del objeto. Los bebés mayores disfrutarán de juegos sencillos de construcción y derribo, apilando dos o tres bloques y derribándolos. Contar los bloques mientras se apilan también ayuda a desarrollar el sentido numérico.
- Entre 18 y 22 meses. Es probable que tu hijo ya pueda apilar hasta 3 bloques, y poco después, construir torres de cuatro a seis bloques. Construir una torre juntos puede ser un reto divertido, y derribarla se convierte en una celebración.
- Hacia los 23-26 meses. Los niños empiezan a alinear bloques uno al lado del otro, imitando lo que ven hacer a los adultos. Esto representa un ejercicio de precisión totalmente nuevo para ellos.
- De 18 meses a 3 años (Primera infancia): Muchos niños están listos para bloques de madera más pequeños, bloques con dibujos o incluso Magnatiles. Pueden jugar a "construye lo que yo construí" para desarrollar habilidades espaciales, o se les puede desafiar a construir un castillo o un estacionamiento, fomentando la creatividad y el juego libre.
- Al cumplir los 3 años. El juego con bloques se vuelve más creativo e imaginativo. Empiezan a construir puentes, arcadas y estructuras más complejas, agrupando bloques para crear carreteras, caminos y patrones. Es común que empiecen a contar lo que están construyendo y a representar escenas de su día a día.
- De 4 a 7 años (Preescolar y Primaria inicial). Muchos niños comienzan a usar bloques de construcción como Mega Blocks, Duplo y finalmente Lego Bricks, Blockys que refuerzan habilidades matemáticas, creatividad y resolución de problemas. Se pueden usar para juegos matemáticos, como crear una misma longitud con dos ladrillos diferentes, y traducir las soluciones a frases numéricas.
- A partir de los 8 años. La complejidad de la construcción con bloques no tiene fin. Los juguetes modernos integran habilidades STEM más avanzadas, como los Circuit Cubes de Tenka Labs, que permiten crear circuitos, motores y luces en sus construcciones, e incluso son compatibles con ladrillos Lego. También pueden beneficiarse de juegos en línea basados en bloques como Minecraft o Tetris, que afinan la rotación mental y la conciencia espacial. En estas edades, los bloques son excelentes para grupos de niños de distintas edades, practicando habilidades del siglo XXI como la colaboración, comunicación, pensamiento crítico y resolución de problemas.
Consejos para la familia y para educadores
Sabiendo que el juego con bloques ofrece beneficios cognitivos de gran alcance que van mucho más allá de los primeros años, es fundamental animar a nuestros hijos a seguir explorando este juguete.
- Ofrecé bloques estimulantes y apropiados para la edad: La clave está en seleccionar bloques que desafíen pero no frustren a tu hijo en cada etapa de su desarrollo. Para los más pequeños, bloques grandes y ligeros; para los de preescolar, bloques de madera o construcción; y para los mayores, los sistemas de construcción complejos o incluso los que integran tecnología.
- Participá y animá. Seguí el ejemplo de tus hijos para empezar a jugar. Podés proponer desafíos, preguntar sobre sus construcciones o incluso perfeccionar tus propias creaciones junto a ellos. Permití también mucho tiempo para el juego libre y la exploración independiente para fomentar sus intereses únicos.
- Utilizá el lenguaje para potenciar el aprendizaje: Cuando tu hijo te muestre su construcción, animalo a describirla. Para los niños mayores, podés traducir sus soluciones constructivas a frases matemáticas, como "siete más tres es igual a 10".
- Considerá el uso educativo: En el ámbito escolar, los bloques son amados por el profesorado de preescolar y primaria inicial, quienes los utilizan no solo para Ciencias o Matemáticas, sino también para Lengua, Arte y Ciencias Sociales.